Para mi amigo Viorell

 Ella sentía morir de dolor, las lagrimas escurrían por sus mejillas, sorpresivamente cual suave brisa, con la más tierna caricia su mejor amigo las secó, ella sonrió al verlo y todos sus temores y miedos se los llevó el tiempo, reconoció a su amigo y ambos rieron juntos tomados de la mano enfrentaron las duras tempestades que le trajeron el tiempo, benditas almas revestidas del más hermoso sentimiento: la amistad el más puro de los sentimientos que por Dios es bendecido hasta el final de los tiempos