En el silencio de la noche, mi voz interior me recuerda lo que no debo olvidar
Que el día ha terminado, y debo decirte Hola mi Dios, gracias por tantas bendiciones
Por los días, por las noches, por las risas, por las desilusiones, por los rechazos por los abrazos
Por la vida misma, por el pan que me alimenta, por la hierba fresca, por el rocío de la mañana
Por mis amigos, por mis enemigos, por los ruidos, por los silencios, porque vibro, porque siento
Porque sueño, porque me diste esta maravillosa vida, por eso a cada momento, te digo Hola Dios
Cómo podría irme a la cama sin agradecerte todo lo que me has dado, el sol, la lluvia días nublados
Los sentimientos, los presentimientos, la naturaleza, los ríos, los mares, las montañas, las ciudades
Todo eso que tanto admiro es tu obra, tu me vistes, tu me calzas, tu me das mis agrados alimentos
Tu me das mi trabajo, mi estudio, el amor que ahora mismo estoy sintiendo, como no agradecerte tanto
Tantísimas cosas que me has dado, por eso al anochecer, mi oración preferida, es decirte Gracias mi Dios.
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