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sábado, 1 de diciembre de 2018
Envidia
El que mucho exhibe sus virtudes, alimentando estará a la serpiente de la envidia que acecha a las almas nobles a sentir tan innoble sentimiento.Pero esconder lo que por Dios nos fue otorgado también es pecado, de tal modo que el virtuoso se debate entre el mar y la tierra, o se decide por los vicios mundanos y ocultar sus dones, o se arriesga a mostrar lo que la divinidad celestial le ha concedido, será pues finalmente el hombre el que decida su destino, porque nuestro creador nos otorgó el libre albedrío, aun a costa de ser destrozado por nuestros enemigos.
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