Tuve un hermoso sueño con el creador, soñé que nos reíamos
con esa risa celestial que pocos conocen, me pidió no temer porque continuaría sujetándome de su
amorosa mano, alabado seas señor, bendito tu nombre y que
mis plegarias lleguen hasta tu divina morada me convierte en algo más que que una
princesa, en un ángel alado que por siempre bendecirá tu nombre en esta tierra y en los cielos cuando
se termine mi camino y cumpla mi destino.
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